Arnau aprendió a sentarse, a hablar y a leer mucho antes que los demás niños. En realidad casi cuando tenía dos meses era evidente que estaba reaccionando con una notable precocidad.
Su trayectoria por diferentes modelos y espacios educativos no siempre ha sido satisfactoria. Ahora sigue un programa de matemáticas privado para estudiantes cinco años mayores que él y en el resto de las áreas sigue siendo brillante, con un enfoque especial en encontrar solucione tecnológicas a problemas que aún nadie ha solucionado.
Cuando viajamos en el tiempo él toma la responsabilidad de reconducir los conflictos y encontrar respuestas que atiendan a las necesidades de todos, pues, en el fondo, el acceso a recursos y seguridad es lo que todas las personas buscan tener.
¿Les gustaría a tus hijos correr estas aventuras con nuestra Agencia de Viajes en el Tiempo y hacer proyectos tan interesantes como los que él hace con nosotros?